Recordemos que por hiperplasia hacemos referencia al incremento anormal en el número de células presentes en un tejido u órgano, haciendo que se modifique su tamaño.

Este tipo de agrandamiento puede tener una causa fisiológica o patológica, presente como respuesta ante estímulos normales del cuerpo, sin embargo, su diagnóstico o tratamiento depende del tipo de hiperplasia con el que estemos tratando, de la zona en la que esté ubicado y del estímulo externo que lo ha generado.

En términos generales, la hiperplasia puede dividirse en dos tipos, fisiológica y patológica.

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Al hablar de hiperplasia fisiológica, esta puede clasificarse en dos tipos:

• Hiperplasia hormonal: Cuando hay una modificación en la producción de hormonas, se presenta un agrandamiento normal en algún tejido u órgano, por ejemplo en el caso de las glándulas mamarias cuando la mujer está pasando por la etapa de la pubertad o se encuentra en embarazo.
• Hiperplasia compensadora: Aumenta la masa de los tejidos tras una lesión o como mecanismo de regeneración, como cuando se habla de la regeneración del hígado.

Por otro lado, la hiperplasia patológica se debe a una estimulación excesiva de las hormonas a raíz de un trabajo anormal de las mismas, por ejemplo durante el periodo menstrual y la inflamación de las paredes del útero.

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Ahora bien, cuando hacemos referencia específica a la Hiperplasia Gingival, hablamos de la inflamación presentada de manera directa en las encías por causas relacionadas a factores físicos, químicos o infiltraciones celulares. Sin embargo, estas pueden subdividirse en diferentes tipos derivados de sus factores etiológicos o de los procesos patológicos que producen.

Entre las principales clasificaciones del agrandamiento de las encías generadas por sus causas encontramos:

• Agrandamientos gingivales inflamatorios: Son los más comunes entre la población y su tratamiento inicia con el control de la placa bacteriana. En este caso, la encía se irrita por la proliferación de bacterias en la zona, generando inflamación del tejido, así la encía tiende a ponerse de color rojo, de superficie lisa, con consistencia blanda, produce dolor al tocarse y suele sangrar. Esto puede variar según el tiempo que lleva la inflamación y su evolución.
• Agrandamiento gingival por cambios hormonales: A raíz de las variaciones hormonales normales, producidas en el cuerpo humano por cambios naturales de este, como el embarazo o la pubertad, aumenta la probabilidad de desarrollar gingivitis. Por naturaleza, el tejido gingival es susceptible a los cambios hormonales, lo que implica que si cuando estos cambios se producen tienes acumulación exagerada de placa bacteriana, es mayor la posibilidad de que puedas sufrir de una hiperplasia gingival. La evolución de esta tipología suele mejorar con el paso del tiempo, mientras el sistema endocrino vuelve a regularse y se elimine la placa bacteriana con una rutina de limpieza estricta, la situación se verá controlada.
• Agrandamiento gingival reactivo: Usualmente se presentan cuando, además de gingivitis y placa bacteriana, hay influencia de factores sistémicos que llevan la inflamación en aumento. Por factores sistémicos nos referimos al consumo de tabaco, la edad, raza, género, enfermedades sistémicas, predisposición genética, etc.
• Agrandamiento gingival tumoral: Este tipo de hiperplasia tiende a ser más común en adultos que en niños, en la mayoría de los casos se da en pacientes que sufren de leucemia o de enfermedades granulomatosas, enfermedad de carácter hereditario que se caracteriza por la incapacidad que tienen las células para destruir algunos microorganismos.
• Agrandamiento gingival por fármacos: El sobrecrecimiento de la encía va asociado, la mayoría de las veces, a la inhibición de la incorporación celular del calcio, relacionado con el consumo de algunos medicamentos. Según estudios se ha identificado que los medicamentos que más producen estas inflamaciones son la fenitoína, la nifedipina y la ciclosporina, fármacos usados para tratar la epilepsia. Incluso, se ha podido determinar que la inflamación se presenta también en las papilas gingivales. Se ha notado que detener el uso de dichos fármacos hace que la encía vuelva a su estado normal, por lo tanto es recomendable que se modifique la dosis o se sustituya el medicamente, sin embargo, esta decisión debe ser tomada, exclusivamente, por el profesional encargado y experto.
• Agrandamiento gingival no relacionado con placa bacteriana: Aunque la placa bacteriana es uno de los factores principales a la hora de presentar inflamación en las encías, hay factores externos que también pueden generar lesiones que ocasionen agrandamiento gingival. Lesiones causadas por la aparatología ortodóntica o complicaciones tardías tras la colocación de implantes dentales, también pueden afectar a tu sonrisa. En el caso de los implantes, es posible que el uso de pilares erróneos o la falta de capuchones cicatriciales hagan que la mucosa se extienda sobre la corona del implante, cubriéndolo y produciendo inflamación. En este caso se recomienda extraer el tejido de manera quirúrgica, y reemplazar el pilar por uno de tamaño adecuado.

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Cabe mencionar que, sin importar la causa que te produzca el agrandamiento de las encías, contar con los cuidados adecuados y realizar los procesos de limpieza de manera correcta, ayudarán a que estas alteraciones no se vuelvan a presentar. El compromiso de tu parte es fundamental para obtener los resultados deseados y que su duración sea por más tiempo.

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